Acabo de volver de estar una semana en el bosque. Una semana
mojado sobre una bici con ruedas de tractor cargado como un yak en las laderas
del Himalaya. Todo un experimento que ha terminado, tras mil improvisaciones,
bien, muy bien. Quería probar una bicicleta de ruedas gotdas y la posibilidad
de descender en packraft un río que tenía controlado desde hace un tiempo con
la bici encima. Ambas cosas nuevas para mi. Elegí tras mucha búsqueda dirigir
mis pasos hacia el Finnskogen, una zona boscosa situada en el sur de Noruega
justo en la frontera con Suecia. Acudí un poco tarde, cuando el invierno
comenzaba a anunciar su presencia con tímidas nevadas. Mi intención era
recorrer la comarca de norte a sur, saliendo de la localidad de Eleverum y
pedaleando hasta Kongsvinger, en el sur.
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Primera noche en la tienda, secando el material. |
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Segunda noche. Secando las botas como todas las noches. |
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Nieve fresca. |
Comencé de manera miserable con un
tramo de carretera donde llovía a cántaros y los camiones me salpicaban como
quien te arroja cubos de agua sinpiedad a escasa distancia. La lluvia se
transformó en nievecuando abandoné la ruta asfaltada y me interné por un
estrecho sendero. Ahí aprendí mi primera lección: la bici no va bien sobre
nieve fresca. Acampé y no paró de nevar toda la noche y la mañana siguiente.
Decidí desde ese momento no salir de las pistas evitando los senderos en la
medida de lo posible si quería completar los más o menos doscientos kilómetros
que me separaban de Kongsvinger. Rediseñé el itinerario la primera noche en la
tienda, es lo que ocurre cuando pruebas
y haces cosas raras o experimentos.
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Primeras paladas en el río Rotna. |
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Frente al gapahuk donde dormí la segunda noche. |
Mi objetivo era, a parte de cruzar
el Finnskogen, remar al menos parte del Rotna, a cuya cabecera, formada por un
conjunto de lagos, me dirigí. El trayecto por las pistas embarradas mejoró y
llegué al río la noche del tercer día. A la mañana siguiente, tras una hora de
pedaleo bajo la lluvia, desmonté la bici, hinché el packraft y la puse encima.
El resto de la jornada remé parte del río, incluyendo algún lago, algú pequeño
rápido y algún que otro porteo. Aquella noche, calado a más no poder, encontré
refugio en una cabaña en construcción sin suelo pero con techo, que es lo
importante. A mediodía de la siguiente jornada, la sexta de viaje, salía de
nuevo a la carretera y tras pedalear unas horas más llegué a Kongsvinger. Mi
tío me vino a buscar con una cerveza fría y una bolsa de patatas fritas. Hay
cosas en la vida que no tienen precio.
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Carretera compacta y terreno sencillo. |
Son muchas las conclusiones obtenidas
tras este viaje pero mequedo con lo sorprendente que es cómo se amplían las
posibilidades y las miradas sobre un mapa gracias a la evolución de los medios
de transporte y de nuestra propia imaginación. Pinchando aquí podéis ver un mapa de la ruta que realicé.
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Al final del viaje con las primeras personas que me encontré en toda la semana. |
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La Gorda descansa al lado del camino. |
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Las fuentes del Rotna. |
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Buscando el itinerario. |
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El país de los lagos. |
Algunos datos sobre el viaje:
Fechas: del 15 al 20 octubre 2014
Kilómetros: 195
Inicio: Elverum
Final: Kongsvinger
Aeropuerto más cercano: Oslo (adonde
vuela Ryanair y Norwegian)
Mapas: Finnskogen Norte, Finnskogen
Mirdre, Finnskogen Syd Ed. www.dnt.com
Que buena ruta te montaste, (o). Que ganas de hacerla. Felicidades
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