En nuestra última incursión al Alberche tuvimos a bien remar el
tramo clásico que recorre sus aguas desde Puentearco a Burgohondo. En el descenso
conocimos a otros piragüistas y con algunos de ellos, naturales de la zona,
quedamos para enseñarles cómo navegan nuestros packrafts y remar junto con
ellos los siguientes dos tramos hasta el Embalse de Burguillo.
Llegó el día y el agua había descendido un poco respecto al
anterior descenso. Rubén y Jorge, así se llaman nuestros amigos piragüistas de
Navaluenga, nos prestaron ropa para el descenso (hasta ahora yo he pasado más
frío que nadie remando en mallas y zapatillas caladas). También organizamos con
ellos la logística del río y nos enseñaron los trucos y secretos del Alberche: todo
un placer.
Estos dos tramos son más sencillos, el primero de ellos que va
desde Burgohondo hasta Navaluenga está graduado como II y según la guía
(fundamental para nosotros de www.kayakspainguide.com ) con poco agua se convierte
en un río plano en el que hay que remar todo el tramo. En nuestro caso el río
fluía alegre y en él se suceden tramos de olas y rápidos divertidos separados
entre ellos por zonas donde hay que remar. Se trata de un tramo bellísimo con
abundante vegetación y aguas claras. Un placer. Tras él, continúamos hasta la
cola del Embalse. Es un sector más técnico graduado de II+ con zonas en las que
agradecimos los consejos de nuestros guías.
Al cabo de pocas horas llegamos a la cola del Embalse donde nos
esperaba el coche y pudimos secarnos al sol de otoño sobre unas campas de
hierba verde. El río Alberche se va perfilando como un lugar perfecto donde
aprender y practicar las técnicas de aguas bravas de cara a futuros viajes y
ríos. Todo ello, además, con los mejores guías de la zona.
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