Boñar: donde más corre el agua por Sergio Pérez y Conchi Robles

El miércoles publicamos un viaje a través de Patagonia de nuestro colaborador chileno Waldo Aguayo, hoy es Sergio Pérez quien quiere descubrirnos uno de sus lugares favoritos, Boñar, en León (España), compartiendo con nosotros un artículo publicado en un genial blog, con nombre sugerente  para el "packrafting", "Boñar: donde más corre el agua", que lleva magníficamente Conchi Robles de la Puente.

Pantano del Porma, Boñar (León) -enero de 2017-

Transcribimos directamente sus palabras aquí y os animamos a explorar tanto Boñar como el blog de Conchi.

PACKRAFTING con SERGIO PÉREZ

“La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo.”

(Gilbert Keith Chesterton)

 Según me cuenta Sergio, el packraft viene del raft, barca hinchable, y a diferencia de un kayak de polietileno que pesa y es voluminoso ,el packraft se transporta en una mochila, pesa entorno a 4-5 kgs y es más fácil de usar que un kayak. La idea es navegar en aguas tranquilas o aguas bravas para luego poder andar con el ,es monoplaza.

Todavía en este punto del post me resulta difícil escribir la palabra, hay que tener en cuenta que en España el packrafting es novedoso, no en EEUU ni en el norte de Europa, desde donde han salido expediciones a Groenlandia o a la Antártida. Gabriel Gersch es un aventurero austriaco que no hace mucho exploró Groenlandia durante tres meses con esta modalidad, podéis ver un video aquí.

En Boñar hay gente a nivel particular y empresas de multiaventura que practican deporte con kayak, pero en el packraft, que sepamos, Sergio es pionero en la zona. No es un kayak hinchable que se pueda conseguir en tienda especializada de deporte, por más conocida que sea ,es más resistente y su manera de hincharlo es muy curiosa. Él se tuvo que ir hasta Huesca a recibir un curso ya que era el único sitio donde se realizaba en España,  tanto le gustó que ahora compagina el mundo de la moto con el packraft, perfecto porque buscaba algo que le permitiese moverse de forma independiente y seguir en contacto con la naturaleza desde otro punto de vista.

En una zona como la nuestra, pintada de ríos y rellenada con pantanos, tenemos además deportistas en busca de aventura, así que seguramente esta palabra nos resultará familiar en poco tiempo, como un día lo hizo el rafting allá en los años 80, aunque llevaba treinta años practicándose en EEUU y algunos países del norte de Europa y ya desde 1.972 siendo deporte olímpico. Ahora, si alguien pretende ir un poco más allá, existe otra variedad para quienes no se quieren tostar al sol practicando packrafting, es el “traft“, ¡una variedad de balsa con tienda de campaña incluida!.

                                  

                                                                    

                                                                    

(fotografías de Sergio Pérez)

Como en todos los deportes, equiparse es lo básico:  la embarcación, el chaleco salvavidas, la ropa impermeable, los remos…  pero no es todo, y por más novedoso que sea requiere unos permisos como cualquier deporte náutico, que dependiendo de la comunidad autónoma (en este caso de la Confederación Hidrográfica), son diferentes, por ejemplo en la del Ebro, gratuitos. Para practicar en el embalse del Porma, la CHD lo deja claro, y el permiso se necesita para kayaks de más de 2,50 m, si es inferior no necesita. Aún el apartado packraft se asimila al kayak en la Administración, supongo por la novedad.

El certificado de Declaración Responsable para Navegar en  Embalses de la CHD, con el requisito de respetar Cotos de Pesca y el compromiso de cumplir con los protocolos para la desinfección de la embarcación con el fin de evitar la propagación de especies exóticas invasoras, cuesta 21€ anuales. Es recomendable también hacerse un seguro de responsabilidad civil que cubra los riesgos en caso de accidente o daños.


Gracias a Sergio Pérez y a Conchi Robles por compartir con nosotros este artículo.